Espirales Ancestrales Territorio de Kisgo, vereda el salado .
Foto tomada por Anderssón Causayá
En estas fotos se puede observar que en esta piedra hay espirales, estas huellas milenarias se encuentran en el resguardo indígena de Kisgó (Kishu) en la vereda el Salado de el pueblo de Silvia (Cauca); esta grandiosa piedra es grande, pero más grande es la historia que ha tenido y la historia que puede contar desde las huellas que ha dejado una civilización que utilizaba elementos como las piedras para narrar un suceso, algo que hoy en día parece una especulación.
Foto tomada por Anderssón Causayá
Las figuras que ahora se miran abren una puerta al pasado, una gran puerta que en sus adentros posee leyendas, mitos e historias que los taitas llevan en su memoria y que los niños desean escuchar, esos retoños que buscan esa sabiduría milenaria, ancestral para perdurar en su territorio y que sus vidas perduren en la naturaleza, en los bosques, en los ríos, en las lagunas; buscan perdurar como las huellas de sus antepasados, dejando al mundo de los hombres el asombro y la curiosidad que los lleva de viaje al encuentro de ellos (as) mismos.
La madre Tierra enseña a través del agua, el viento, el fuego y los bosques, le brinda al ser humano toda su belleza y le da vida, lo cría en su vientre, este esta lleno de agua, el feto en su desarrollo está nadando en su madre, luego llega la avalancha y ahí nace el ser humano, este mira su alrededor y se asombra de lo que hay en su territorio y al nacer hace contacto con la tierra, cuando este ser es una niña o un niño, sale a jugar y se encuentra con un gran bosque donde cada árbol le brinda su sabiduría, este ser está lleno de curiosidad y de repente escucha la voz del viento que lo guía por el camino que va a seguir, lo guía hacía su vida.
Foto tomada por Anderssón Causayá
Foto tomada por Anderssón Causayá
Estos espirales son prueba de el contacto que el ser humano ha tenido a través del tiempo con la naturaleza y con su naturaleza misma.
La conservación de estas piedras es importante para el resguardo indígena de Kisgó porque más que contar parte de su historia es reconocer que este territorio es parte de una comunión entre seres humanos y naturaleza, una relación que se hace a través de la vida misma que ellos llevan ya que al nacer... nace un guardián más de la Madre Tierra.
Foto tomada por Anderssón Causayá
No hay comentarios:
Publicar un comentario